
Los lugares que habitamos afectan nuestro estado anímico, nuestra salud o el normal desarrollo de nuestras vidas.
A menudo no entendemos, pero hay casas o lugares de trabajo que nos producen estrés, intranquilidad o lo contrario, protección, bienestar y alegría.
El Feng Shui nació en China, 3.000 años A. de C, es una disciplina que estudia los campos de energía en las construcciones (casas, oficinas, edificios, etc) y su influencia sobre los distintos aspectos de la vida humana.
Feng Shui significa literalmente Viento y Agua. Una de las frases más famosas de los libros clásicos de la antigüedad dice: "El Qi es esparcido por el viento y es acumulado por el agua".
La correcta canalización del Qi, mediante la orientación apropiada de las estructuras físicas, decoración, colores, y otros elementos, ayuda a crear espacios sanos y armoniosos que pueden mejorar notablemente distintos aspectos de la vida personal y profesional.
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